Yo bailo danza del vientre, pero… quién soy?

En todo emprendimiento, siempre es bueno tener un referente de aprendizaje. Algo tan natural que desarrollamos desde nuestra infancia: ”Cuando sea grande, quiero ser como mi mamá”. Así mismo, no deja de ser una excepción la idea de tener un modelo a seguir en la danza.  Para muchas, el primero y más común es nuestra profesora, para otras (sobre todo cuando ya comenzamos a tener mayor conocimiento global, cultural e histórico), comenzamos a mirar hacia oriente medio (ya sea presente o pasado).

Aprendemos técnicas y movimientos, aprendemos culturas e idiosincrasias, aprendemos que cosas podemos o no decir y hacer (y tú que pensabas que sólo ibas a bailar). Y así de alguna manera, nos vamos mimetizando con esta cultura tan rica y tan llamativa.

Pero, hasta qué punto me convierto en este pseudo personaje “árabe” (porque hasta nombres artísticos tenemos), o hasta qué punto aprendo (o literalmente copio) los gestos de mi profesora y modelo. Así llegamos a un punto crítico en el que sólo las más valientes son capaces de decir: ALTO!!!!

Este momento de mi vida, en que me detengo a pensar que hago o que no, es como llegar a esa etapa de la adolescencia y comenzar a criticar a tus padres… será que esto es lo que quiero? Será que voy por buen camino?.

Esto no implica juzgar a tu profesora y decir “ella se equivoca” (que por cierto, puede hacerlo, es humano), sino decir…. Que es lo que YO quiero ser y hacer.

Por otra parte, somos seres independientes, con historias de vida diferentes, con historias de aprendizaje diferentes, por lo que (y lamentablemente para muchas) NUNCA llegaremos a ser igual que alguien y, al intentarlo, no seremos más que la copia mediocre o el “clon”. El desafío está en ser lo suficientemente valiente para comenzar a filtrar y por sobretodo ampliar tu rango de visión y tener una panorámica de 360° en todas sus dimensiones.

Es sumamente importante no dejarse domesticar por una línea técnica o por un modo de pensar. Es mucho más fácil vendarse los ojos y dejar que te lleven, pero la recompensa de mirar por la ventana y poder decir “allá quiero llegar” es una sola y una muy valiosa…. TU IDENTIDAD.

5 pensamientos en “Yo bailo danza del vientre, pero… quién soy?

  1. Gabriela dice:

    Excelente Paula!!!

  2. Osvaldo Fica dice:

    Simplemente notable, es una reflexión muy necesaria, sobre todo para quienes se inician en esto, el teme de la identidad, no solo en la danza en muy complejo, en el arte en general, ya que siempre buscamos referentes y eso es muy válido, pero ¿Cómo nos despojamos del referente y comenzamos a crear?….¿Somos realmente auténticos o solo somos una mezcla de diferentes modelos, que luego llamamos «identidad»?….. La cuestión ya no es solo un problema semántico o del simple alter ego, pasa a ser una profunda reflexión filosófica sobre la danza.

    • pvelozo dice:

      Interesante postura Osvaldo. Lo que dices también es cierto, hacer un compilado de estilos tampoco es un estilo propio, sino, a mi parecer, es simplemente un «compilado de estilos». El desfío está en poder graduar, adaptar, matizar e incorporar cada uno de los conceptos que vamos aprendiendo y de alugna manera adecuarlos a nuestras capacidades y objetivos. Pues está claro que para poder crear, debemos primero aprender 🙂 Un abrazo!

  3. Hola Danya!

    Hoy encontre tu blog de casualidad y ya lo lei completo, vi tu entrevista y algunos videos de tu danza. Me encanta lo que haces, considero que eres una hermosa bailarina, y bailas divino.

    En estos momentos estoy en la etapa de mi vida en la que por primera vez quiero dar el paso «decisivo» para empezar una carrera como bailarina

    Espero poder inspirarme y perder el miedo hehe, gracias por tu blog!

    Pam ^_^

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